22 de abril de 2011

Pequeños frikis

Venga, no nos engañemos. Un friki nace, no se hace. Uno no elige ser un amante de la saga Star Wars, de Matrix, Star Treck, Battlestar Galactica o el Señor de los Anillos. Simplemente lo ves, está ahí dentro, buscando una válvula de escape para manifestarse.


Cuando uno simplemente lo es, lo mejor es aceptarlo cuanto antes, dejarse llevar y disfrutarlo. Personalmente no soy muy jugón, pero reconozco que los juegos también tienen su punto. Yo soy más de juegos de aventuras (tipo Príncipe de Persia) pero hay una verdadera legión de trekkies, narutos o warcrafteros, deseando que llegue el día de su cosplay para sacar a la calle y exhibir su frikismo. Incluso soy partidario de institucionalizar el día de la toalla (25 de mayo, día del orgullo friki), que como todo el mundo sabe, es el elemento más importante del universo.
Lástima que no haya muchas frikis así
Separando los tipos de frikismo (super héroes yankis, manga, sagas galácticas o simplemente coleccionismo), soy de la opinión de que los frikis han existido siempre. ¿No era Cervantes un friki de las novelas de caballería? ¿No lo eran Borges o Gabriel García Márquez con su realismo mágico? ¿Y Kafka, convirtiéndose una mañana en un insecto, o Jonathan Swift, llevando a Gulliver a Liliput, o el barón de Münchhausen, descojonándose de todos nosotros después de tres siglos, u Homero, describiendo las aventuras de Ulises, posiblemente el caradura más grande de todos los tiempos?
Las verdaderas palabras de Ulises cuando llegó a Troya fueron:
HOYGA, HESTO HES TROLLA?
PUES TRINKAME LA POYA
Así que de ocultarlo nada, salgamos del armario del frikismo y estemos orgullosos de que nos guste lo que nos gusta, y además que lo disfrutemos. Para mí, donde esté un buen capítulo de Futurama, que se quite La Señora.


Una buena muestra del frikismo internacional es lo que puede hacer un viral en Internet. Hace unos meses, Volkswagen realizaba un descacharrante spot homenajeando a esos pequeños frikis que pululan por todas partes:



La coña marinera viene de la campaña de promoción de Thor, la nueva película de Marvel dirigida por Kenneth Branagh, en la que no sólo utilizan la idea del spot anterior, sino que le dan otra vuelta de tuerca con la mitología de la propia Marvel (fijaros en los detalles, el fondo de la muñeca, el nombre del perro, la taza de la madre, el logo y la matrícula del coche...) Mirad el resultado:


Estoy seguro de que estos publicistas, además de haberse ganado el sueldo, han conseguido que legiones de frikis le den una oportunidad a la película y vayan al cine. De eso se trata, no?

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