27 de octubre de 2010

Odio

Las cien cosas que más odio en este mundo son:

  • 1 - Los iluminados
  • 2 - Los que me dicen lo que tengo que hacer
  • 3 - Los que te perdonan la vida cuando te hablan
  • 4 - Los manipuladores de todo a cien
  • 5- Que me hablen con condescendencia
  • 6 - Los medios de transporte que no llegan a la hora y se la suda
  • 7 - Los autobuses que salen antes de la hora
  • 8 - Los silencios incómodos (que no el silencio)
  • 9 - Que me digan que me van a llamar  cuando sé que nunca lo van a hacer
  • 10 - Que me corten por teléfono de forma desagradable (con lo fácil que es decir "ahora no puedo hablar" o "bueno, ya hablamos")
  • 11 - Que me digan insistentemente "no te va a dar tiempo"
  • 12 - Que siempre que tengo prisa el ascensor tarde 5 minutos en estar disponible
  • 13 - Que no me miren cuando me hablan
  • 14 - Que me tomen por tonto
  • 15 - El tomate pocho que siempre te entra en el kilo
  • 16 - Los abrefácil con los que tengo que usar tijeras
  • 17 - Que en la cuenta siempre cobren de más
  • 18 - Que la vuelta siempre esté mal a favor de la tienda o bar
  • 19 - Que me pongan el último hielo con el hueco para arriba
  • 20 - Que me miren con altivez

  • 21 - Hablar educadamente y que me respondan de forma grosera
  • 22 - Los que siempre le ven el lado malo a todo lo que pasa
  • 23 - Que nadie se ría cuando cuento un chiste genial
  • 24 - Que no me hablen claro
  • 25 - Que me den plantón
  • 26 - Los gorrillas
  • 27 - Los niños gritones
  • 28 - Los padres que maleducan a sus hijos
  • 29 - Las mujeres que pierden la cabeza por descerebrados
  • 30 - El servicio de atención al cliente de Pepephone
  • 31 - Suspender más de medio teleco con 4,6 - 4,8
  • 32 - Los servicios de atención al cliente con contestador
  • 33 - Las rebajas del 5%
  • 34 - Que me miren a la oreja cuando me hablan
  • 35 - Los dependientes de la FNAC (menos los de libros)
  • 36 - Las nulas explicaciones de los médicos
  • 37 - Las nulas explicaciones de los gestores
  • 38 - La impresentabilidad de los abogados
  • 39 - El carácter explosivo de las enfermeras (en su vida privada, claro)

  • 40 - Los coches aparcados ocupando dos plazas
  • 41 - Los que cuidan más a su coche que a su novia
  • 42 - Los machistas
  • 43 - Las mujeres que dejan que un cabrón le arruine la vida
  • 44 - Las divinas perdonavidas
  • 45 - El garrafón
  • 46 - Llegar el primero a la barra y que me atiendan el último
  • 47 - Que los aperitivos de las bodas sean lo mejor del menú
  • 48 - Que los camareros con las bandejas de los aperitivos nunca pasen por mi lado
  • 49 - Las feministas
  • 50 - Mis putos ricitos
  • 51 - Mis pelos de la espalda (viva la fotodepilación)
  • 52 - Las cadenas en las que si no reenvío el mensaje estaré maldito yo y mis descendientes hasta la cuarta generación
  • 53 - Que no me guste Blade runner
  • 54 - El final de Matrix Revolutions y de El retorno del jedi
  • 55 - El precio del tomo completo edición especial de Watchmen
  • 56 - El reaggeton (a muerte)
  • 57 - Los fachas
  • 58 - Los que sólo leen el Marca
  • 59 - Que se sobrevalore a Bardém y a Pe
  • 60 - Que Francisco Ibáñez esté tan mayor
  • 61 - Volver a ver una peli que me emocionó y me defraude
  • 62 - Los ultras del fúmbol
  • 63 - Los enchufados laborales que presumen de ello
  • 64 - Que haga tres años que Búnbury no saca un disco brillante
  • 65 - El precio de los tóners
  • 66 – Los sabelotodos que te hablan como si fueras un ignorante
  • 67 - La burocracia universitaria
  • 68 - Las amigas murciélago (o bat factor)
  • 69 - Tener que gastar 2€ para comer una palmera de chocolate decente


  • 70 – La comprensión generalizada a la mierda de final de LOST
  • 71 - Que Isabella Rosselini esté hecha una vieja pelleja
  • 72 - El precio de la comida ecológica
  • 73 - Que no me abrochen los pantalones
  • 74 - Los errores de grabación cuando el DVD-R está al 99%
  • 75 - Los que tienen miles de amigos en todas las redes sociales
  • 76 - Las personas que presumen de sus conquistas cuando su pareja no está
  • 77 - Los que no paran de comer y nunca engordan
  • 78 - Que me pongan a parir a mis espaldas y luego me pongan buena cara
  • 79 - Pedir favores
  • 80 - Que no me perdonen haber hecho favores
  • 81 - Las llamadas antes de las 10 de la mañana
  • 82 - Las llamadas cuando estoy comiendo
  • 83 - Que me digan que han dicho algo de mí y no me digan quién
  • 84 - Las pelis en screener
  • 85 - Cuando a la informática no le da la gana funcionar
  • 86 - Fregar platos
  • 87 - Las groserías a destiempo
  • 88 - La gente que hace lo contrario de lo que dice
  • 89 - Que me interrumpan al hablar
  • 90 - Que me digan que saben cómo soy
  • 91 - Los que niegan que les gusta el sexo (normalmente mujeres)
  • 92 - Las mujeres que sólo tienen amigOs
  • 93 - Que me obliguen a pedir disculpas por ser como soy
  • 94 - Que me guste tanto dormir
  • 95 - Caerle mal a la práctica totalidad de las novias o esposas de mis amigos y confiar en que ellos sabrán separar
  • 96 - Los que hacen el idiota cuando van con mujeres
  • 97 - Las mujeres que les agrada que los hombres hagan el idiota por ellas
  • 98 - Madrugar
  • 99 - La maledicencia

Y 100 - Los que empiezan una entrada de su blog diciendo "Hace mucho que no escribo...."


PD: Ofú, qué a gusto se queda uno....

22 de octubre de 2010

Buenas noches

Vigalondo, cómo no



PD: Ahora que le conozco un poco, puedo decir que es bastante más majete de cara al público que en privado. Ahí lo dejo

16 de octubre de 2010

Las manos del diablo

Que el diablo me lleve si alguna vez hubiera podido preverlo.

El problema no es la previsibilidad, sino la imposibilidad de evitarlo. Cuando varias líneas temporales confluyen en una sola, cuando el pasado, tus propios 'yo', actúan sin pensar en las consecuencias, es alucinante cómo el universo entero se sincroniza para que haya consecuencias, y éstas se junten en una solo, irremediable, imprevisible, inamovible.

Uno vive y actúa, sin darse cuenta de los efectos que pueden tener en los demás estas interacciones. Incluso si no han tenido importancia para nadie, la tienen para uno mismo. Supongo que será otra forma más de definirlo: "el tiempo pone todo en su sitio". Por las barbas de Abraham que es así.

Joder

14 de octubre de 2010

Ayúdate a ayudarte

Siempre he pensado que los libros de autoayuda son una soberana estupidez, que basan su negocio en personas que pasan un mal momento o simplemente están jodidas. Es decir, casi todo el mundo.

Estos libros están rellenos de lugares comunes, frases hechas y conclusiones de Perogrullo. Estamos de acuerdo en que a veces necesitamos que nos recuerden cuál es nuestro lugar en el mundo, qué nos falta o qué nos sobra, e incluso alguna dosis soluble de autoestima, que desaparece en cuanto ponemos un pie en la calle y nos volvemos a enfrentar a la realidad.



Recuerdo que Bridget Jones en su diario no paraba de comprar este tipo de libros cada vez que se encontraba sola o despreciada, que era la mayor parte del mismo. En cuanto se sentía feliz con alguna pareja tiraba el vodka, los cigarillos (salvo los postcoitales) y los libros de autoayuda, que sólo le servían para fagocitarse en su propia ruina de vida.

Algo parecido debió pasarle a la autora Choi Yoon-Hee, escritora surcoreana conocida por sus libros versados en la felicidad y la esperanza en el país con más tasas de suicidios de mujeres del mundo. Ni veinte libros hablando sobre lo bonito de la vida y lo maravilloso de ser feliz pudieron evitar que ella y su marido se suicidaran ahorcados en la habitación de un motel.

Lo cual me lleva a la interesante reflexión de que uno no puede pedir ayuda si no quiere ser ayudado.  “Autoayuda” es un lítote, en realidad pides ayuda comprando el libro y siguiendo las directrices del gurú de turno.

Por eso me gusta más el método socrático de “conocerse a uno mismo para encontrar la verdad”. Hay que reconocer tus propias limitaciones y carencias para empezar a ver las cosas con objetividad, algo que por muy jodido que estés no se puede perder nunca. Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos y somos nosotros los que tenemos que poner las medidas para encontrarnos mejor, así que creo que la búsqueda de la felicidad es la búsqueda del conocimiento de uno mismo.

Por eso, que me digan lo que tengo que hacer para ser feliz no me cuadra mucho en el esquema de lo que es una “ayuda”. A lo mejor para mí la felicidad es tener alternativas, para ti es una casa y una pareja, para él un viaje alrededor del mundo, para Mauro comer naranjas en la ducha y una playa llena de bikinis, o para Conan aplastar enemigos, verles destrozados y oír el lamento de sus mujeres. Por eso creo que no hay una pauta única para conseguir la felicidad. Incluso hay quien es feliz no siéndolo.



Creo que el mundo, las relaciones, el trabajo, incluso la familia o la amistad: todo es un escenario de juego en el que intervienes con las cartas marcadas. Así que, ¿por qué no jugar al juego de la forma que más te guste? De esta forma puede que hasta de diviertas en el proceso, que es donde para mí reside la verdadera felicidad. No concibo una vida donde haya alcanzado todas mis metas, me moriría de aburrimiento.


Lo que está claro es que este año, este mes, este día, este minuto, este mismo instante, jamás de los jamases volverá, así que disfrútalo como te apetezca... O, si eso te hace feliz, como te digan los demás.

PD: hace unos días tuve una leve discusión con la novia de un amigo en la que afirmaba que en El Secreto estaba la verdad revelada. La parte de generar buen rollo y agradecimiento está bien, pero no han inventado nada.

1 de octubre de 2010

Expresiones gráficas consuetudinarias que acontecen en la rúe (I)

Durante años, y sobre todo, desde que existen los móviles con cámara, he recopilado una serie de fotos de carteles que me han llamado la atención, bien por lo originales, bien por ser una muestra de lo que las personas son capaces de inventarse con tal de llamar la atención de los demás sobre algún tema.

Todo empezó con un cartel que me dijo mi padre que existía hace muchos años en el embalse de Manzanares el Real, similar a este:


La advertencia es clara, y la pillada sería bochornosa. Esta foto es de un pueblo al lado del de mi padre, en Segovia, y venía a decir lo mismo.

El tiempo pasa y las cosas se modernizan, las multas son más gravosas y las advertencias más sutiles, pero el significado viene a ser el mismo:


La dirección de mi antigua empresa era bastante clara al respecto del uso y disfrute del único baño disponible para los 25 trabajadores, al lado de la sala de maquillaje donde los invitados podían advertir nuestras condiciones.

Claro, que también está el completamente explícito, extremeño para más datos, que se deja de sutilezas, poesías, metáforas floridas o calambures, y va al grano:



O la reacción vecinal del Barrio del Pilar cuando el ayuntamiento propuso gentilmente el abono por estacionar en las vías públicas, con gran regocijo y espontánea aclamación popular a tal medida:



Claro que siempre están los anunciantes originales, con propuestas sinceras, que ponen límites en tres palabras a siglos de tradición académica de buenas costumbres comerciales:


En Huelva ya se sabe, el comercio no tiene por qué estar reñido con la honestidad. Al igual que en Moncloa, en el que un cartel puede llevar a equívoco si se lee de un vistazo rápido:


Y esque no poner un cartel en toda la galaxia puede ser complicado, sobre todo en términos de jurisdicción venusiana.

Menos mal que en Asturias lo tienen claro, y el Gobierno Regional de allí aclara divinamente la opinión que tiene de sus ciudadanos:


Mientras que en Granada, son los ciudadanos los que dejan su opinión sobre el ayuntamiento, al menos en materia de andamiaje:


Mientras tanto, en la Ciudad Lineal de Madrid, en la pequeña isla de Ciudad Jardín, aún quedan unos irreductibles vecinos que se enfrentan al poderoso imperio municipal:





Y es que con tanta queja, al final los medios se nos quedan grandes y hay que recurrir a lo que se tenga más a mano, por ejemplo el spray:


O bien, dejarnos de mensajes derrotistas y regresar a Granada para ver que aún puede quedar un soplo de esperanza:


Nota idiota: el "noespatanto" me mató...

Son esos rayitos de esperanza los que nos hacen tomar conciencia de que al final todos somos personas, humanos o lo que sea, y todos tenemos derecho a reclamar lo que es nuestro, incluso cuando pasamos por Rivas Vaciamadrid:


E incluso ir más allá, concretamente a Salamanca, para recoger los pedazos de lo que quede de nosotros y recomponernos en mejores personas, e incluso en personas enamoradas:



Vaya este homenaje desde este rinconcito de internet a la gente con iniciativa, creatividad, que no se deja pisotear y que, por supuesto, tiene algo que decirle al mundo.