De la película "Beautiful girls"
- ¿Recuerdas cómo es al principio, cuando te enamoras por primera vez? ¿Cuando no puedes comer, ni puedes dormir? ¿Cuando recibir una llamada de ella sirve para alegrarte el día como si hubieras visto una estrella fugaz?
- Es lo mejor.
- Sí, pero inevitablemente desaparece. La cosa se calma. Bien, ese es mi punto de vista, ¿sabes? ¿Por qué casarse ahora? ¿Por qué no disfrutar de dos o tres noches más, como las del principio, antes de que llegue el gran apagón?
- ¿El gran apagón? Es un modo horrible de decirlo.
- Ella llega mañana.
- Es obvio.
- Y eso no me hace sentir nada. Sólo una sensación de ambivalencia sobrecogedora. Pero antes preferiría odiar su llegada que sentir que no me importa una mierda. Te miro y pienso que es asombroso que allí fuera haya un tipo que hace toda clase de cosas contigo, que consigue hacerte feliz y pasar todas las noches contigo.
- Y prepararme martinis escuchando a Van Morrison.
- Oler tu piel.
- Después de un día en la playa.
- Sí, y leer los periódicos.
- Una mañana de domingo.
- Una mañana de domingo lluviosa y cubrir tu vientre de pequeños besos y... Lo siento.
- La cuestión es... que hay otro tipo ahí fuera que piensa lo mismo, con respecto a Tracey. Y está celoso de tí, porque tú vas a hacer esas cosas con ella.
- Déjame hacerte una pregunta, ¿puedes pensar en otra cosa mejor que hacer el amor con un atractivo desconocido en un lago helado con sólo una lámpara de aceite para iluminarte? ¿puedes pensar en algo mejor?
- En volver a Chicago, en martinis con hielo, en Van Morrison...
- Y en los periódicos del domingo.
- Tengo que irme, Willy.
- Eh... ¿Por qué presiento que no volveré a verte?
- Volverás a verme, Willy
...Y es que escuchar a Van Morrison mientras preparas un martini para ella, que te está esperando afuera tomando el sol, siempre es un placer
0 comentarios:
Publicar un comentario