Titulo así esta entrada con la ilusión de obligarme a comenzar una serie que continúe en el futuro, la verdad, con más voluntad que esperanza. No sólo por mi escasa disciplina sino por lo desesperante que es comprobar que hay vídeos que ya no existen cuando repaso entradas antiguas y me paso horas encontrando una nueva fuente fiable (si existe) a la que referenciar el contenido anterior. Pero ya que en otras ocasiones he hablado de publicidad, ¿por qué no intentar hacer una serie propia?
Creo que de todos es conocida mi afición por la publicidad. Si no fuera ingeniero, informático, periodista o emprendedor, seguramente sería también publicista. De hecho, durante varios años mi medio de subsistencia fue la publicidad pura y dura, la del briefing, el guión de campo, el montaje, las presentaciones convincentes y el reclamar facturas durante meses. Vamos, lo normal en la empresa publicitaria.
Ejemplo de publi mierder, a la española, "espicilistas asisitidos", seguramente realizada por el hijo del cuñao de alguien, que sabe mucho de publicidad y de informática
Me gusta la frescura, la originalidad, el impacto, lo representativa que es la publicidad de la sociedad del momento (Mad Men es un excelente ejemplo), el juego de emociones, los cambios de mentalidad... ¡Hasta la manipulación voluntaria a la que nos sometemos!
Que nadie se moleste, pero el periodismo es el hermano pequeño de la publicidad, ambos forman parte del concepto de comunicación, y ésta a su vez es la cuarta parte del marketing, lo cual debe ser una cura de humildad para los que defienden el exclusivismo informativo de los medios de comunicación. Para informar hay que comunicar, y para comunicar con eficacia también hay que vender lo que se informa. Algunos comunicadores son auténticas fuentes de sabiduría pero tienen una lectura tan tediosa que el mensaje se pierde en las formas. Defecto del que también adolecen los textos académicos, que parece que cuanto más innecesariamente enrevesados, más ínfulas de importancia tienen. Comunicar también es vender lo que se comunica.
- ¿No es genial? No tenemos que pagar nada por el granero
- ¡Sí! Y hasta la comida es gratis
Facebook y tú. Si no estás pagando por ello no eres el cliente. Eres el producto siendo vendido
En fin, concepciones aparte, algo que me gusta mucho es cuando se aprovechan recursos de conceptos anteriores para hacer cosas nuevas. Por ejemplo, veamos el siguiente cartel de la película "La red social" (2010)
Celebérrimo el lema de esta película: "No haces 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos"
Cartel que, con todo el morro y el gracejo de una serie que en ningún momento pretende tomarse en serio a sí misma, y aprovechando las relaciones previas con la película, es copiado descaradamente por la producción basada en el cómic "The walking dead" (2010) con motivo de haber llegado a los 10 millones de fans en Facebook.
"No consigues 10 millones de fans sin comerte a unos cuantos"
Este mismo ejemplo de "publi de publi" lo vimos en este mismo blog con sendos acojo-spots de Volkswagen y la película Thor (2011)
Pero demos una vuelta más de tuerca al concepto publicitario. A veces las nuevas tecnologías permiten a los publicistas inventar formas de difundir su marca de formas. En los siguientes ejemplos os dejo una imagen y el enlace, porque es mejor que juguéis en su propia página. En 2010 se realizaron varios experimentos en Youtube, uno de ellos la campaña para la película de Stallone "The expendables" (2010), que no te permitía interactuar, es decir, era pasivo.
Qué grande es el cabrón
La agencia Buzzman logró ese pasito adelante, usando el término "interactividad" (que suena tan casposo como "multimedia"). En el mismo año 2010
lanzaban una campaña para Tipp-Ex, en la que un oso y un cazador tenían sus diferencias, pero era el usuario el que decidía qué pasaría entre ellos. Sin duda, era un paso adelante para la época, y más contando con la complicidad de Youtube que, por fin, empezaba a lucirse y rentabilizar toda la inversión en servidores.
La campaña The Tippexperience 2010
La idea debió gustar, porque dos años después, la misma agencia y la misma marca (sin reinventarse demasiado, todo hay que decirlo, más que afinando y mejorando la calidad) han repetido con el mismo esquema, siendo esta vez el usuario el que elige el año en el oso y cazador actúan. Es sorprendente la cantidad de recursos y material empleados en una campaña publicitaria distinta, que corre el peligro de no aprovecharse del todo. En cualquier caso, en los comentarios de ambos vídeos están las claves para aprovechar los recursos.
La campaña The Tippexperience 2 2012
En fin, motivos hay más que suficientes para que me guste la publicidad, prácticamente una ciencia. Estas nuevas tendencias van cambiando de nombre con los años, y ahora a lo multimedia, a lo interactivo, se le llama gamificación (de game, 'juego' en inglés). No me gusta nada usar neo términos anglófonos pudiendo inventar nuestras propias palabras, como "ludificación", pero allá cada uno y su fashionability. Esto es publicidad, y sólo los más valientes cambian el mundo.